El empleado considerado “manzana podrida» es aquel que tiene un comportamiento tóxico y negativo en el lugar de trabajo. Este tipo de empleado puede afectar negativamente la moral de los demás empleados, disminuir la productividad y crear un ambiente laboral poco saludable.
La presencia de un empleado que trabaja como ente independiente puede tener efectos a largo plazo en la empresa, como la disminución de la satisfacción de los clientes, la pérdida de empleados valiosos, ocultar data correspondiente a la empresa y una disminución en la rentabilidad.
Es importante que los empleadores tomen medidas para abordar el comportamiento de estas personas, como hablar con ellos sobre sus comportamientos, establecer límites claros y consecuencias, y en algunos casos, considerar la terminación del empleo.
Por otro lado, también es importante recordar que los empleados manzana podrida no siempre son malos empleados. A veces, el comportamiento tóxico puede ser el resultado de problemas personales o de estrés en el trabajo. En estos casos, es importante brindar apoyo y recursos para ayudar a los empleados a superar estos desafíos y regresar a un comportamiento productivo y positivo.
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